jueves, 6 de febrero de 2025

El juego, la exploración y la comunicación como base del desarrollo del aprendizaje lector.





Aprender a leer es un hito importante en el desarrollo de un niño, ya que constituye la base para el aprendizaje escolar y la comprensión del mundo que lo rodea. Sin embargo,  este proceso no debe adelantarse, ya  que cada niño tiene  su propio ritmo natural  para enfrentarse a este desafío.

La lectura requiere la interacción de múltiples áreas cerebrales y el desarrollo de habilidades específicas, por ello el niño  necesita alcanzar cierto nivel de madurez en habilidades cognitivas, lingüísticas y motoras para poder iniciar el aprendizaje de la lectura de manera efectiva como :

  • Desarrollo del lenguaje oral: vocabulario amplio y una adecuada construcción de frases son esenciales para relacionar las palabras habladas con las escritas.
  • Memoria y atención: capacidad de recordar sonidos, letras y palabras, así como mantener la atención en la tarea.
  • Conciencia fonológica: capacidad de identificar, segmentar y manipular sonidos en las palabras.
  • Coordinación visomotora: Habilidades como seguir una línea de texto con los ojos o dibujar formas similares a letras.


La edad para iniciar este aprendizaje suele ser entre los 5 y 7 años, aunque esto puede variar según cada niño. Forzar el inicio antes de que el peque  esté preparado puede generar frustración, rechazo o incluso dificultades de aprendizaje posteriores. El cerebro necesita su tiempo para formar conexiones neuronales entre las áreas visuales y lingüísticas que intervienen en el proceso lector.

El juego, la exploración y la comunicación con nuestro hijo  son actividades mucho más beneficiosas en las primeras etapas del desarrollo, ya que fomentan habilidades lingüísticas y cognitivas que preparan al niño para el aprendizaje.

Aquí dejo algunas propuestas para esta etapa pre-lectora

  • Hablar mucho con nuestros hijos, nombrando las cosas, narrando lo que hacen, para ampliar su vocabulario poco a poco , por ejemplo: "Ahora nos ponemos los zapatos, este zapato es azul y este es rojo. "Mira, aquí hay una zanahoria, es naranja y crujiente."
  • Hacer preguntas abiertas: "¿Qué crees que pasa si mezclamos estos colores?"
  • Leer cuentos en voz alta usando voces divertidas para los personajes.
  • Usar gestos, sonidos y dramatización para hacer la historia más envolvente.
  • Preguntar "¿qué crees que pasará ahora?" para fomentar la participación.
  • Leer el mismo cuento varias veces y dejar que el niño repita frases clave o complete partes de la historia.
  • Jugar al veo - veo  con sonidos  "Veo, veo algo que empieza con el sonido /s/".
  • Usar un libro ilustrado sin texto y pedir al niño que "invente" la historia observando las imágenes, podemos guiarle haciendo preguntas.
  • Cantar canciones infantiles con palabras repetitivas y rimas ("Debajo un botón", "Estrellita, dónde estás?").
  • Inventar rimas con su nombre o con objetos cercanos:
    • "Pablo come un rábano."
    • "Ana salta en la ventana."
  • Tener cuentos en diferentes lugares (sala, cocina, baño).
  • Leer cuando el niño lo pida, aunque sea solo para mirar las imágenes.
  • Etiquetar sus cosas con su nombre (mochila, vaso, cuaderno)
  • Tener papel y colores siempre disponibles para que el niño garabatee y dibuje cuando quiera.
  • Jugar a "escribir" listas de la compra o recados con dibujos y garabatos.
  • Imitar la escritura de mamá o papá cuando hagan notas o agendas.
  • Escribir notas pequeñas con dibujos en su merienda o debajo de la almohada.
  • Dibujar juntos en una papel o pizarra lo que harán en el día y podemos poner un nombre al dibujo
  • Contar y hablar sobre el día como si fuera un cuento o una historia, invitándole a participar a través de preguntas. "Hoy Lucas se despertó y desayunó pan con mermelada, luego jugó con su camión rojo y después fue al parque..." ¿Y...qué pasó después?" o "¿Qué parte te gustó más?
  •  Jugar a Simón dice...
    •  Toca algo que empiece con  el sonido /m/" (mesa, muñeco).
    •  Encuentra algo que rime con 'sol.
  • Recortar, pegar, hacer puzles , jugar con plastilina, acompañando al pequeño en su relato, construyendo juntos.

 Lo más importante:
✔ No presionar ni corregir, sino acompañar con entusiasmo.
✔ Incluir la lectura y la escritura en nuestra vida diaria de forma espontánea. Ser ejemplo.
✔ Aprovechar las experiencias cotidianas como juegos de aprendizaje.


                                                                                Elena Aurrecoechea Mariscal
                                                       




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